Pacientes Y muertos Cov19_febrero/21


El final no tardará en alcanzarme

en meses, días,

. . . en un instante,

realidad cambiante

que impasible

nos conduce a la muerte.



A mi lado permaneces

boca abajo, inerte,

mientras yo llorando

pronuncio tu nombre,

amada mía,

mujer valiente.

No quiero vivir esta vida,

si no eres mi presente.



No te rindas,

al silencio pido,

en esta irrealidad,

ante lo desconocido.

Rezo por ti,

y a Dios le pido,

que me conceda la dicha

de escapar de este suplicio,

de verte morir lentamente,

a mi lado

cruel destino,

que irremediablemente

enlaza tu cuerpo y el mío

pues no sobreviviré,

volando me iré contigo.



El médico me mira, 

con ojos humedecidos

aquella que tanto amé,

del mundo se ha despedido.



Te acercan a mi lado

y desde mi cama te miro,

con las fuerzas mermadas

y el aliento contenido.

No quiero seguir respirando

sino te tengo conmigo.



Lentamente y sin fuerzas

de tu boca me despido,

pidiendo te, que me esperes,

frases para mí mismo.

Pues no me queda nada

contigo todo se ha ido.



Paralizado permanezco,

abrazado a tu cuerpo muerto,

sobrecogido,

sufriendo,

sin poder visualizar en el futuro, 

un atisbo de esperanza

de ilusión o sueño,.

Nada queda,

sólo el inmenso vacío

cruel y tenebroso

que me acecha,

una sombra oscura

que a la muerte lleva. 

No me importa la vida

aquí nada me queda.

Adiós mi princesa... ...
 

                         (Dedicado a ellos...) 

Comentarios

Entradas populares de este blog

En estos tiempos. . .

Mi primera novela